Crowdfarming, la revolución “agrosocial” española

Prevenir el desperdicio de alimentos y acortar la cadena alimentaria de agricultor a consumidor es la fuerza impulsora del proyecto sostenible del crowdfarming, un nuevo modelo agrícola que permite adoptar un árbol, un animal o una huerta, recibir alimentos frescos cultivados directamente de los agricultores y ayudar a combatir el desperdicio de alimentos.

Con esta filosofía surgió www.naranjasdelcarmen.com, la revolución “agrosocial” que une a las personas con sus alimentos y con los agricultores. El sueño de unos jóvenes valencianos, los hermanos Úrculo, de cultivar lo que realmente se vaya a consumir consiguiendo que cada árbol, cada planta, cada animal y cada colmena tengan su dueño. Cultivar la tierra de forma responsable para las generaciones actuales y para las que están por venir.

La Comisión Europea cifra el derroche de alimentos en casi cien millones de toneladas al año, de ahí que, con el fin de minimizar este despilfarro, el crowdfarming apueste por cultivar de forma sostenible de modo que se produzca solo lo que se va a consumir y haciendo que el árbol sea el único lugar de almacenaje de frutas. Además, el crowdfarming permite al consumidor saber de dónde viene la fruta que come “a precio justo”, puesto que ha podido seguir su crecimiento de forma online, y al agricultor sacar adelante su negocio.

crowdfarming

El crowdfarming de Naranjas del Carmen pronto traspasó las fronteras de su huerta. Primero fueron amigos agricultores a quienes ayudaron a implementar este sistema en sus fincas. Enseguida corrió la voz de que funcionaba, y hoy día nuevos productores de medio mundo imitan la idea y venden sus cosechas directamente al consumidor final o crowdfarmer, como se les llama, vía Internet. Una simple búsqueda en Google puede ponernos en contacto en cuestión de segundos con lo que queramos apadrinar.

De un tiempo a esta parte proliferan variadas iniciativas locales para poner en contacto al consumidor con el productor eliminando o reduciendo los intermediarios y produciendo ventajas adicionales, como los Mercados de Productores, con circuitos de comercialización cortos y fomento de la producción y el consumo de productos locales, o la red de La Colmena Dice Que Sí: las colonias de abejas desempeñan un papel vital en el apoyo a la biodiversidad de la granja, y adoptar una colmena protege a las abejas en su hábitat natural, lo que permite cultivar orgánicamente.

El crowdfarming no solo ayuda a mantener económicamente a las granjas, sino que también fomenta el agroturismo. Comprender la procedencia y poder visitar una granja donde apadrinas un árbol, una cabra o una colmena es educativo, una forma de conexión con la tierra y un vínculo de crianza.